lunes, 30 de septiembre de 2013

María Luisa

Hay algo de inocencia triste,
gravedad y dureza,
como el infranqueable telón de un ocaso
inminente,
en la manera de mirar de María Luisa.

el día anterior
acudió a la peluquería
y atusa su pelo
frente a uno de los espejos
de la tienda,
apoyando la fregona
en la pared.

nadie parece darse cuenta.

dibuja un aura de vanidad
impermeable
con demasiados remiendos.

agarra de nuevo la fregona
sin escurrir,
que da igual si huele como años malgastados.
se mira de soslayo,
una última vez
en el espejo
y arrastra
su leve cojera, un día más
entre la gente.


jueves, 12 de septiembre de 2013

palabras incorrectas

Si tiro la pelota,
la perra la trae
y la puedo tirar otra vez,
mientras intento no pensar en nada,
porque el silencio está demasiado alto.

tiro la pelota.
                       la trae.

las palabras han vuelto a atravesar el pecho
y tu ausencia vuelve,
más dolorosa que nunca.

una palabra
desbordaría el corazón,
colmando la garganta.

no queremos ver lágrimas,
hoy no,
no son correctas,

es mejor
tomarse algo
de lo recomendado,
en estos casos,
por los especialistas
y encerrarse en la habitación.

ya ni la ducha
puede paliar
el peso
de la culpa.

la idea recurrente de volar,
como kilos de plomo,
hace que tema esa puerta cerrada
y cualquier ventana
abierta.

tiro la pelota
                       y vuelve,
la tiro
y ella
                       la trae.

hemos salpicado las paredes de tristeza
tantas veces,
que ya no se puede distinguir
el color original,
pero tuvieron
que ser
blancas,
como la luz, como fue
todo,
en un principio
o eso parece,
en tantas fotos.

me vacío de mierda
cada vez que abro la boca,
porque no puedo más
y muere una persona buena,

lo peor
es que siempre
eres tú,
la única que me vio caer,
tantas veces.

tiro la pelota
                       y la trae.

seguramente,
los especialistas,
me prescribieran
palabras
para ti
...
les pueden dar a todos por el culo,
ahora prefiero
el silencio.

no soy capaz
de pensar en nada
y el puto mechero no enciende
y no quiero
desatar lágrimas,  joder,
hoy no,

no son correctas.

tiro la pelota
                       y vuelve
-ahora
sólo quiero
escribir-
tiro la pelota
                       y la trae,
tiro mi vida entera,
tiro mi ropa, mis ojos, las razones

                                    y ella lo trae.

es una suerte
que aún suenen los cepillos
contra el suelo,
que te oiga caminar,
que cierren, aunque mal, los cajones
y se vuelvan a abrir,
que quede algo de desodorante,
y suba esa maldita cremallera,
que encuentres las llaves,
que dejes todo hecho una mierda
y que
tarde o temprano
                       vuelvas.

es
el mejor regalo
que
las cuchillas
estén
viejas.



domingo, 8 de septiembre de 2013

diminutos

Puedo decirte
que te admiro por nada,
nada
en concreto,
que son
todos tus tropiezos,
tus errores
y cómo minimizas los míos
con una palabra
convexa,
o los divides,
cuando rompes
los espejos,

porque parece ser innato
lo de saber
cuándo
mi tierra seca
se
cuartea
y llega
una llamada de teléfono
que huele a lluvia,

porque apareces
siempre
de imprevisto,
con esa energía
insensata
que revuelve mis papeles,

porque cuando sumas mi mierda
con tu mierda,
resulta
una sonrisa tonta que revierte el mundo
y lo pone de mi lado,

porque eres el “venga, no ha sido nada”,
cuando sacudes la tierra
y la sangre
de mis rodillas.


Así de fácil,
a veces
sólo hay que dejarse llorar,
tropezar,
equivocarse.


Eres la oportuna
ostia
de mano abierta
que despierta
y me permite
resumir,
diminuto,
reemplazable,
imperceptible

y  me afloran los cojones
suficientes
para gritar a la vida,
por ciega,

que eso es todo,

que es sencillo,
que
nos mata
lo mismo
que nos hace fuertes.


viernes, 6 de septiembre de 2013

ajuntaoras

Nos dirán que amor
no es
querer follarse todo el rato,
ni atentar premeditadamente
contra el amanecer 
de cada noche
que torcemos con ginebra,
porque no nos gusta 
cómo se han escrito,

que amor no es vivir a nuestra bola 
y los demás,
que se maten sí quieren,

que no es que tú tengas los pies fríos 
y yo no pueda permitírmelo,

que hay muchas otras cosas que debíamos hacer
pero hoy
van a darle por el culo.

Nos dirán que “amor” tiene que llevar
rima consonante,
dos a dos
y tener una métrica perfecta,
a nosotros,
que nos reímos de la perfección,
por estúpida,
bailando sin saber bailar,
porque sólo 
sabemos 
besar 
improvisando.

Nos dirán que al amor
no le huele el aliento cuando se levanta por las mañanas,
que para el amor 
tiene 
que salir el sol,
que entre nosotros, llueve 
demasiado,
que el amor muere en cada duda,
que no mira brotar el semen,
descuidada y caprichosa.

Nos dirán que el amor no sabe jugar, como los niños, 
a volverse loco,

que es temeroso de Dios y tenemos que esperar
a que nos mire y levante su pulgar aprobatorio,
como una ajuntaora.

Nos dirán que el amor no mira porno,
que no moja sus bragas,
que no se muerde al labio 
hasta sangrar,
ni se mancha de barro,

que para el amor, tu coño es cuna de vida
y nada más,
muy parecido
a un anuncio de compresas virginal,
rosado y estéril,
pero Lolita, señores, ha aprendido 
a masturbarse.

Nos dirán que el amor no es
esta enfermiza costumbre de no querer hablar del 
futuro,
para que no nos joda los planes,

que no tiene nada que ver con llorar y reír
a la vez,
porque sí
o
incendiar después la habitación,
mirándonos follar
en el espejo.

Que es mucho más que una palabra,
cuatro letras:
A

  M

    O

      R
       
Puedo escribirlo
y leo:

AMOR,   amor,                 a   m   o   r

y me parece una gilipollez de palabra,

quizá nos estemos equivocando,
quizá 
vivamos para siempre en un error
del gran paradigma etimológico.


quizá toda esa gente que sabe tan bien 
cómo
es el amor,
no han sabido amar
así,
como nosotros.